Después de explorar Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva, podrías pensar: “Bueno, ya está. Tengo un sistema sólido para ser más efectivo, construir relaciones y vivir con propósito. ¿Qué más podría necesitar?” Sin embargo, Stephen Covey no se quedó ahí. En su libro El Octavo Hábito: De la Efectividad a la Grandeza, nos invita a dar el siguiente paso: encontrar nuestra voz y ayudar a otros a encontrar la suya.
El Octavo Hábito es la extensión natural de los primeros siete. No reemplaza nada, sino que construye sobre ellos para llevarnos de la efectividad personal y pública a algo mucho más profundo: la grandeza. Se trata de encontrar aquello que te motiva, aquello que le da sentido a lo que haces, y luego ayudar a otros a descubrir su propio propósito.
Qué significa el octavo hábito?
Covey define “encontrar tu voz” como descubrir tu propósito único, tu talento y la forma en que puedes marcar una diferencia en el mundo. No se trata solo de lo que haces, sino del por qué lo haces y de cómo eso se conecta con los demás.
Una vez que encuentras tu voz, el verdadero impacto viene cuando usas esa claridad para inspirar a otros a encontrar la suya. Este hábito no es solo para líderes en el sentido tradicional; es para cualquiera que quiera contribuir a un propósito más grande que uno mismo.
En pocas palabras:
• Tu voz es la intersección de tu talento, pasión, necesidad y conciencia.
• Inspira la voz de otros al empoderarlos, escucharlos y ayudarlos a alcanzar su potencial.
¿Cómo encaja con los otros hábitos?
El Octavo Hábito no deja atrás los anteriores; al contrario, los fortalece y amplía:
• Los 7 Hábitos te preparan para ser efectivo en tu vida personal y en tus relaciones.
• El Octavo Hábito te lleva más allá de la efectividad, hacia la contribución y la influencia en un nivel más profundo.
Piensa en esto: los 7 Hábitos te ayudan a construir un camino sólido, pero el Octavo te pide que te preguntes: ¿A dónde quiero que me lleve este camino? ¿Qué quiero aportar al mundo?
¿Por qué es importante en el mundo de hoy?
En una época llena de distracciones, expectativas externas y cambios constantes, es fácil perder el rumbo y simplemente seguir la corriente. Muchas personas viven ocupadas, pero no se sienten conectadas con lo que hacen. El Octavo Hábito aborda esa desconexión al invitarnos a redescubrir nuestra voz y nuestro propósito.
Además, Covey lo escribió pensando en un mundo donde las organizaciones y las personas necesitan colaborar, no competir. Este hábito no solo busca la efectividad individual, sino el impacto colectivo. Es una invitación a liderar con propósito y a inspirar a los demás a hacer lo mismo.
¿Cómo actúa alguien que vive el octavo hábito?
1. Conecta con su propósito: La personaa que practica este hábito tiene claridad sobre sus valores y lo que quiere aportar al mundo.
2. Empodera a otros: En lugar de imponer o dirigir, busca liberar el potencial de quienes lo rodean.
3. Escucha activamente: Entiende que encontrar la voz de alguien más comienza por escucharlo con empatía.
4. Busca trascender: No se conforma con lo bueno o lo suficiente. Quiere contribuir de manera significativa.
Lo bueno de vivir el octavo hábito
Cuando encuentras tu voz y ayudas a otros a encontrar la suya, los beneficios son profundos:
• Mayor propósito: Sientes que lo que haces tiene significado, no solo para ti, sino para los demás.
• Relaciones más profundas: Escuchar, empoderar y apoyar a otros fortalece los lazos personales y profesionales.
• Impacto duradero: No solo haces el trabajo del día a día, sino que dejas un legado.
• Plenitud personal: Encontrar tu voz te da un sentido de paz y dirección en un mundo caótico.
Los retos del octavo hábito
Aunque el Octavo Hábito suena inspirador, no siempre es fácil de implementar:
1. Encontrar tu voz lleva tiempo: Puede ser un proceso largo y lleno de reflexiones incómodas.
2. El miedo al cambio: Descubrir tu propósito a veces implica salir de tu zona de confort y enfrentar riesgos.
3. Ayudar a otros puede ser un desafío: No todos estarán abiertos a encontrar su voz o a aceptar tu apoyo. Aquí la paciencia es clave.
¿Cómo empezar con este hábito?
Si quieres integrar este hábito en tu vida, aquí tienes algunos pasos prácticos:
1. Reflexiona sobre tu propósito.
Pregúntate: ¿Qué me apasiona? ¿Qué hago mejor que nadie? ¿Qué impacto quiero tener en mi entorno? Estas preguntas te ayudarán a encontrar tu voz.
2. Escucha con intención.
Ayudar a otros a encontrar su voz comienza por escucharlos sin juzgar. Haz preguntas como: “¿Qué te inspira? ¿Qué te gustaría lograr?” y dales espacio para reflexionar.
3. Sé un ejemplo.
Vivir con propósito inspira a los demás a hacer lo mismo. Si actúas de acuerdo con tus valores y metas, los demás lo notarán y se sentirán motivados a buscar su propio camino.
4. Crea un ambiente de confianza.
Si lideras a un equipo o estás en una posición de influencia, genera un espacio donde las personas se sientan valoradas y libres para explorar su potencial.
5. Piensa más allá de ti mismo.
Pregúntate: ¿Cómo puedo usar mis talentos y recursos para contribuir a algo más grande que yo? El impacto colectivo es parte fundamental de este hábito.
En síntesis
El Octavo Hábito es el paso que conecta la efectividad con la trascendencia. Stephen Covey nos recuerda que no se trata solo de ser buenos en lo que hacemos, sino de encontrar un propósito que nos mueva y nos inspire, y luego ayudar a otros a hacer lo mismo. Porque, al final del día, nuestro verdadero impacto no se mide solo por lo que logramos, sino por cómo influimos y empoderamos a quienes nos rodean.
Así que, ¿has encontrado tu voz? ¿Qué estás haciendo para inspirar a otros a encontrar la suya? El Octavo Hábito es una invitación a mirar más allá de ti mismo y empezar a construir un legado significativo.¿Has reflexionado sobre tu propósito o sentido en la vida? ¿Qué crees que podrías hacer hoy para acercarte más a tu “voz”? ¡Déjanos tus comentarios y sigamos creciendo juntos!